sábado, 22 de diciembre de 2012

NO MAS TRAUMA



Rut respondió: "No me niegues que te deje y me aparte de ti, porque a donde quiera que tu vayas; iré yo, y donde quiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios". Rut 1:16.

Rut, la moabita, aparece en el registro bíblico como parte del árbol genealógico de Jesús. En la vida de Rut no encontramos nada errado. Pero su origen era vergonzoso: era descendiente de la familia de Moab. ¿Quién fue Moab? Viajemos por un momento a Sodoma y Gomorra. Estas ciudades impenitentes serán destruidas y, según el consejo divino. Lot, su esposa y sus dos hijas deben huir a los montes. La Biblia dice que,
en el camino, la esposa de Lot se vuelve para mirar la ciudad y queda transformada en estatua de sal. Lot y las hijas se esconden en una cueva. Mientras el fuego de Dios pasa sobre Sodoma y Gomorra, acontece uno de los capítulos vergonzosos de la humanidad. Las hijas de Lot, pensando que todos los hombres del mundo han muerto y que no tendrán descendencia, embriagan al padre y cometen incesto con él. El fruto de esa relación ilícita es Moab, que posteriormente da origen a los moabitas, una nación pagana e idólatra.

Rut era la típica mujer avergonzada de su origen. Eso, sin duda, había dejado marcas en su vida. Tenía traumas y complejos de los cuales no se podía liberar. Pero un día fue alcanzada por el evangelio eterno y tuvo que hacer una decisión que definiría el rumbo de su vida. Por un lado estaba la tierra de Moab, con sus tradiciones, su idolatría y promiscuidad. Por el otro, una tierra desconocida hacia donde Dios quería llevarla. Todo lo nuevo siempre provoca temor, pero ella sentía la voz de Dios llamándola, y obedeció. Miró a su suegra Noemí y le dijo: "Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios".
Nunca más se arrepintió de la decisión que tomara. Ese día finalizó la vergüenza de su origen. Nunca más fue atormentada por los traumas del origen incestuoso de sus antepasados. Más tarde se casó con Booz y hoy, cuando revisamos el árbol genealógico de Jesús, podemos encontrar su nombre entre los ascendientes.
¿Cuál es tu origen? ¿Te molesta de alguna manera? ¿Alguna vez sentiste vergüenza del lugar donde naciste o del padre que te engendró? Ve a Jesús. Continuarás con el mismo nombre, con el mismo origen, pero ya nada te molestará; porque cuando Jesús llega a la vida de una persona, trae libertad.

P.M.B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario